
Títol original: King Kong Théorie
Traducció: Beatriz Preciado
Editorial : Melusina
Col·lecció: UHF
125 pàgines. Any publicació: 2006
En aquest assaig feminista, Virginie Despentes tracta abastament i amb gosadia alguns dels temes més delicats i violents de la nostra societat actual i que afecta directament a les dones: la violació, la prostitució i la pornografia (i el sexe en general), en relació al tracte, els valors, les normes i les obligacions que ens inculquen a tots. L’autora es recolza en una extensa bibliografia però parla també des de l’experiència, ja que va ser violada, exercí puntualment la prostitució i la seva pel·lícula Baise-Moi va ser censurada en varis països (com Austràlia o Irlanda) per el sexe i la violència explícita que hi sortia.

Virginie Despentes és directa, malparlada, combativa i sense embuts. No en va l’han batejat com la diva destroy punk de les lletres franceses. Pots no combregar totalment amb ella, però no hi ha dubte que planteja i analitza qüestions molt interessants sobre el paper de la dona avui dia a la societat occidental. Per això també s’autodefineix com a proletaria del feminisme, perquè el seu discurs feminista i anti-masclista (que no anti-home, concepte que hi ha qui li costa diferenciar) intenta arribar a totes les dones en totes les situacions. Però també hi ha lloc per l’home, perquè la denuncia de l’adoctrinament a la que som sotmesos és conjunta.
M’he penedit moltíssim de no tenir un llapis a mà per subratllar tot el que deia, però possiblement hagués subratllat mig llibre, com m’ha passat amb la següent lectura, Una habitación propia de Virginia Woolf.
Així que obro el llibre buscant alguns passatges, i no puc evitar que m’enganxi en poques paraules, sigui quina sigui la pàgina que obri. Em deixo portar pels seus raonaments i les seves experiències, gaudint de les seves conclusions i el seu posat irònic i guerrer.
Sobre la violació:
“El mensaje que nos dirigen está claro: ¿por qué vosotras no os defendéis más violentamente? Lo que resulta sorprendente, efectivamente, es que no reaccionemos de ese modo. Una empresa política ancestral enseña a las mujeres a no defenderse. Como siempre, doble obligación: hacernos saber que no hay nada tan grave, y al mismo tiempo, que no debemos defendernos ni vengarnos. Sufrir y no poder hacer nada más.
Pero las mujeres sienten aún la necesidad de afirmar: la violencia no es una solución. Por tanto, el día que los hombres tengan miedo de que les laceren la polla a golpe de cúter cuando acosen a una chica, seguro que de repente sabrán controlar mejor sus pasiones “masculinas” y comprender lo que quiere decir “no”. Yo habría preferido, aquella noche, ser capaz de dejar atrás lo que habían enseñado a mi sexo y degollarlos a todos, uno por uno. En lugar de vivir como una persona que no se atreve a defenderse, porque es una mujer y la violencia no es su territorio, como si la integridad física de un hombre fuera más importante que la de una mujer. (…) Estoy furiosa contra una sociedad que me ha educado sin enseñarme nunca a golpear a un hombre si me abre las piernas a la fuerza, mientras que esa misma sociedad me ha inculcado la idea de que la violación es un crimen horrible del que no debería reponerme.”
Sobre la prostitució:
“Como el trabajo doméstico y la educación de los niños, el servicio sexual debe ser gratuito. El dinero es la independencia. (…) Así, a partir de imágenes inaceptables de un tipo de prostitución practicada en condiciones asquerosas, se acaban extrayendo conclusiones sobre el mercado del sexo en su conjunto. Es tan pertinente como hablar del trabajo textil mostrando únicamente imágenes de niños sin contrato en los sótanos. No importa, lo que cuenta es poder transmitir una única idea: ninguna mujer debe sacar beneficios de sus servicios sexuales fuera del matrimonio. (…) Porque el sexo para las mujeres, sin amor, es siempre degradante.“
“A menudo, las cosas son exactamente lo contrario de lo que nos dicen que son, por eso nos lo repiten con tanta insistencia y brutalidad. La figura de la puta es un buen ejemplo: cuando afirmamos que la prostitución es una “violencia contra las mujeres” es para que olvidemos que es el matrimonio lo que constituye una violencia contra las mujeres, y de modo general, todo lo que aguantamos. Aquellas que se dejan follar gratis deben seguir diciendo que su opción es la única posible, si no ¿cómo las retendríamos? La sexualidad masculina en sí misma no constituye una violencia contra las mujeres, si éstas consienten y están bien pagadas. Lo que resulta violento es el control que se ejerce sobre cada una y cada uno de nosotros, la facultad de decidir por nosotros lo que es digno y lo que no lo es.”
Sobre la pornografía:
“Las condiciones en las que trabajan las actrices, los contratos aberrantes que firman, la imposibilidad de controlar su imagen cuando abandonan la profesión, o de que les retribuyan cada vez que se utiliza su imagen, esta dimensión de su dignidad no interesa a los censuradores. El hecho de que no exista ningún centro de ayuda especializado al que las actrices porno puedan acudir en busca de infomación sobre las particularidades de su profesión no inquieta en absoluto a los poderes públicos. Hay una dignidad que les preocupa y otra que no interesa a nadie. Pero el porno se hace con carne humana, con la carne de la actriz. Y al final, sólo suscita un único problema moral: la agresividad con la que se trata a las actrices porno.”
Perles d’aquí i d’allà:
“Después de unos años de buena, leal y sincera investigación he acabado llegando a esta conclusión. La feminidad: puta hipocresía. El arte de ser servil. Podemos llamarlo seducción y hacer de ello un asunto de glamour. Pero en pocos casos se trata de un deporte de alto nivel. En general, se trata simplemente de acostumbrarse a comportarse como alguien inferior. Entrar en una habitación, mirar a ver si hay hombres y querer gustarles. No hablar demasiado alto, no expresarse en un tono demasiado autoritario, no hablar de dinero. No querer tomar el poder. No querer ocupar un puesto de autoridad. No buscar el prestigio. No reírse demasiado fuerte. No ser demasiado graciosa. Gustar a los hombres es un arte complicado, que exige que borremos todo aquello que tiene ver con el dominio de la potencia.”
“La propaganda pro-maternidad nunca ha sido tan martilleante. (…) Sin niños la alegría femenina no existe, pero criar a los niños en condiciones decentes es casi imposible. Es necesario, de todos, que las mujeres sientan que han fracasado.”
“Porque el ideal de mujer blanca, seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra, que trabaja pero sin demasiado éxito para no aplastar a su hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la cirugía estética, madre realizada pero no desbordada por los pañales y por las tareas del colegio, buen ama de casa pero no sirvienta, cultivada pero menos que un hombre, esta mujer feliz que nos ponen delante de los ojos, esa a la que deberíamos hacer el esfuerzo de parecernos, a parte del hecho de que parece romperse la crisma por poca cosa, nunca me la he encontrado en ninguna parte. Es posible incluso que no exista.”
I freno, que sembla que tingui la intenció de citar mig llibre. És evident que m’ha encantat i que tindrà lloc en la meva l’estanteria imaginària de llibres preferits. Però… és una lectura apta per tothom? Rotundament sí. Siguem conscients de que no a tots ens engrescarà de la mateixa manera, però val la pena les reflexions que individualment en podrem extreure.
Nota: 5/5